No importa el color.
No importa el origen ni el tiempo que lleves ahí.
Eres mi hermano, mi hermana, cuenta con mi apoyo y solidaridad.
Tenemos mucho por lo que trabajar juntos.
Y si quieres combatir, si realmente te preocupan amenazas o injusticias de toda índole, apunta bien, apunta a lo más alto, a los que dirigen el barco, a menudo entre las sombras, y me encontrarás de tu lado. Organízate bien y no tengas prisas, no es una batalla que se pueda ganar con un par de aspavientos.
Cualquier otra cosa es perder el tiempo. O peor, es
hacerles el juego.
No pelees contra tus hermanos, no siembres el odio entre iguales o desesperados.
En casa modesta nunca le faltó el plato a nadie. Compartimos aunque haya poco, nada de peleas.
No seas mezquino, abre tu corazón
A quién le interesa toda esta casa revuelta
Los sueños no se construyen pisoteando cabezas, levantando muros, clavando estacas a corderos que tomaste por dráculas solo porque no te devolvieron la palabra.
Ten fe, esto va para largo.

 

PD. Sobre Lord Kitchener (el chico de la foto de la portada), un puro genio del calypso que desde Trinidad asombró al mundo anglosajón y caribeño, lo llenó de grandes ritmos y letras combatibas, un ejemplo de muchos que desde la humildad y el espíritu generoso podemos hacer mucho, ser casi imbatibles. ¿Te unes?

Ahí va uno de sus temazos

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